Por Nelson Marte
Aunque él sigue manejándose por su cuenta, pienso que como han hecho sectores políticos, empresariales y de la comunicación, todos debemos ayudar al presidente Danilo Medina a salir lo mejor librado posible de la crisis que padece todo el país, ante los devastadores efectos de la pandemia COVID 19.
En el librito con que ejerce el poder, Danilo no le hace el menor caso a las propuestas de la oposición. Harto demostrado está.
Por eso sería especialmente importante que la prensa lo ayude, difundiendo ampliamente noticias que a lo mejor no sean del agrado de Palacio, pero que pueden ayudarlo al Presidente a entender mejor determinadas situaciones. Verbigracia:
Esta semana se produjeron dos informaciones que pudieron ayudar al presidente Danilo Medina a administrar mejor la grave crisis del COVID-19.
Una encuesta hecha por la firma Miftosky en 11 países latinoamericanos, para evaluar el desempeño de los gobiernos frente al Coronavirus, fue prácticamente ignorada por la prensa nacional. La encuesta establece que apenas un 30% del pueblo aprueba las medidas adoptadas por nuestro presidente, quien se piensa que lo está haciendo muy bien.
Google permite observar que la noticia fue ampliamente informada y comentada por los medios en diferentes países. Aquí su motor de búsqueda registra que sólo un periódico digital se hizo eco.
No es que las encuestas de Mitofsky sean desconocidas en nuestro país. De hecho prácticamente todos los medios las han resaltado en diferentes ocasiones. Por ejemplo, el 17 de julio de 2015 Listín Diario desplegó: “Por cuarta vez Danilo queda como el presidente mejor valorado en América. MEDINA FIGURA CON LA MÁS ALTA APROBACIÓN DE SUS GOBERNADOS POR ENCIMA DE 18 PRESIDENTES DE PAÍSES DE AMÉRICA LATINA”.
La otra información que recibió escaso tratamiento de la mayoría de los medios fue del experto presupuestario José Rijo Presbot, que le indicó al gobierno de dónde pueden reasignarse partidas presupuestarias prescindibles para encarar el COVID19, sin que se aumente el endeudamiento y el déficit fiscal, que acarrearía el plan propuesto por el Presidente.
La propuesta, originalmente hecha por el líder de oposición, Luis Abinader, apenas fue publicada por uno solo de los periódicos nacionales.
En ambos casos se trata de informaciones valiosas para que el presidente Medina haga correcciones y ajustes en su manejo de la crisis. Estoy seguro que él las conoce, pero al enterarse de que todo el pueblo las sabe, por la publicación de los medios, siente la presión de corregir.
Se sabe que el gobierno se está embarcando en una muy peligrosa aventura: Están haciendo una gigantesca inversión de fondos públicos y comprometiendo a funcionarios, lo demostró hoy el director de la PN con una campaña en las redes, en tratar de imponer a la mayoría del pueblo a un candidato y un partido que rechaza.
Ese peligroso camino del gobierno del PLD conduce a la confrontación. Sólo la firme, flexible y constructiva posición de la oposición y la sociedad civil, junto a una posición esclarecedora de la mayor parte de la prensa, pueden evitarnos el caos.
La persona que mejor conoce al presidente Medina ha dicho que es un hombre que no tiene límites a la hora de tratar imponer sus designios.
Eso no es tan así. Hay suficientes evidencias de que en determinadas circunstancias el Presidente entiende.
Cuando quiso imponer las convenciones abiertas en todos los partidos, fue contenido. Igual al tratar de reelegirse. Con todo el poder del estado detrás, él de jefe de campaña y entonces el árbitro a favor, su pupilo fue favorecido con una victoria pírrica en las primarias de su partido, y hay quienes hablan de que Leonel fue despojado de una apretada victoria.
Convencido de que triunfaría abrumadoramente en las elecciones municipales, el Presidente proclamó que luego de ganarlas su partido estaría en la antesala de quedarse en el poder. Perdió por mucho, y tuvo que entender.
Esa relación de datos de la realidad, indica que el Presidente puede entender.
Es mucho lo que puede hacer la prensa acompañando y ayudando al Presidente a tener un buen desempeño en la crisis, y contribuir a preservar la gobernabilidad social, política y económica. Para bien de todos.