Por: José Rivas
Recuerdo que el Colegio Evangélico Central era un centro de estudios de los mejores en el área deportiva. Muchos de sus estudiantes, tanto muchachas como muchachas, incluso llegaron a ser atletas de alto rendimiento.
El año pasado, por razones de mudanza, me acerqué a ellos y decidimos inscribir a los niños allí. Qué grave error.
Como siempre, me pintaron maravillas.
Pero una de esas maravillas que me encantó fue un programa de Inglés que supuestamente convertía al Colegio Evangélico Central en un centro de formación bilingue.
Lo vi excelente. Incluso, como manso corderito, acepté pagar 200 dolares por el programa. Cien dólares por cabeza. Ese dinero, en moneda extranjera, era para comprar la licencia que permitiría a mis pequeños participar abiertamente y sin problemas en el maravilloso programa de inglés.
Llego agosto, pasó septiembre, vino octubre, nos metimos noviembre y diciembre, y el programa no arrancaba. Nos prometieron que todo estaría ready (creo que así se escribe listo en inglés) en enero. Ese mes paso volando. Febrero. En ese mes hicieron como una especie de amague. Pero que va. Y ya marzo, entra con la covid 19.
El programa de cien dólares por estudiantes fue un fracaso. Una estafa, para mi, porque nunca mis hijos participaron en programa alguno. Dicen algunos padres que algunos aprendieron la parte de una canción: Good Morning, good morning…..
Así que si va por los lados del Colegio Evangélico Central y le venden el supuesto programa buenísimo de ingles llevé en su mente está historia.
Siempre lleve presente que para mi fue una estafa de uno de los centros escolares más tradicionales de Gazcue. Guerra avisa, no mata soldados…..
