Sociales

Asalto al Progreso, (crítica de cine)

Asalto al progreso rescata memoria histórica las presentes generaciones, a lo que se agrega la capacidad histriónica de sus principales protagonistas
José Rafael Sosa

Asalto al Progreso, ¿es una película mala o buena? Una producción promedio de cine no es nunca enteramente buena, ni completamente mala.

Comentar una producción que ha recibido tanta atención mediática por razones no cinematográficas, tiene, para el crítico, serios riesgos y desafíos de desenfoque.

La calidad como cine de Asalto al Progreso, no tiene relación alguna con los acontecimientos (provocados o derivados, acciones legales de terceros), no puede ser juzgada por las acciones de promoción y autopromoción como proyecto.

Y tampoco la calidad de un drama social o de cualquier otro proyecto de que se trata, tampoco puede ser juzgado por el éxito o fracaso en taquilla del mismo.

Asalto al Progreso ha sido un éxito de taquilla gracias a las acciones de promoción previa, al impacto del hecho que refiere (el primer asalto a un banco dominicano).

Nosotros, por razones de salud, no acudimos a la premiere, que al fin y, como las demás actividades de este tipo, es un paso del programa de mercadeo de los filmes a estrenar. Pero, luego de estas precisiones.

Su resultado resume características de variado tipo, por sus características positivas y negativas, por lo que una conclusión para endilgarle el sello de aprobación o reprobación, no es una actitud viable.

Asalto al progreso tiene aspectos altamente positivos, incluyendo el rescate en cuanto memoria histórica de este hecho, ajeno hasta el momento para las presentes generaciones, a lo que se agrega la capacidad histriónica de sus principales protagonistas.

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